jueves, 31 de julio de 2014

Una niña afgana de diez años violada por un mulá podría ser asesinada por su familia

Con sólo 10 años, la pequeña afgana Berishna fue salvajemente violada por un clérigo (un mulá).
Sus heridas eran tan graves (le causó una fistula entre la vagina y el recto), que necesitó 22 días de hospitalización.
Pero, por tremendo que resulte su calvario, físico y moral, sólo acaba de empezar.
Ahora, su familia quiere matarla para "limpiar la vergüenza" con su sangre.


La pesadilla para Berishna comenzó el pasado 15 de mayo. El mulá Mohamed Amin, de una mezquita situada en Alti Gumbad, pidió a la pequeña que se quedase a limpiar tras estudiar el Corán en la mezquita de su pueblo, situado en la remota provincia norteña de Kunduz. Allí mismo la ató y perpetró la brutal violación, tras lo cual la soltó, amenazándola de muerte si se lo contaba a alguien.

La pediatra Hasina Sarwari, que dirige un centro de acogida para mujeres, ha relatado que cuando Berishna regresó a su casa su madre, alarmada por la sangre, llevó a su hija a un hospital. "El informe médico reveló que la violación había sido tan violenta que le causó una fístula entre la vagina y el recto", explica Sarwari.

La niña estuvo ingresada en el centro médico durante 22 días, tiempo durante el cual la Policía, los sanitarios y Sarwari protegieron a Berishna de su familia. Sus familiares querían llevársela y hablaron "claramente de matarla y tirarla al río", según la activista. 

"Pero la tía de la pequeña no estaba de acuerdo y me avisó", cuenta Sarwari, quien añade que "gracias a ello pudimos protegerla y evitar el 'crimen de honor'".

Los crímenes de honor son habituales en Afganistán, especialmente por casos de relaciones extra o prematrimoniales, en los que las mujeres suelen ser culpadas y castigadas con mayor dureza que los hombres, a pesar de ser objeto de violaciones o relaciones forzosas.

A pesar de los avances sociales que comportó la caída del régimen talibán hace trece años, los derechos de las mujeres en Afganistán siguen siendo vulnerados y los analistas creen que su situación empeorará con la retirada de las tropas de la OTAN en diciembre.

Los habitantes del pueblo apresaron al mulá, le dieron una paliza y lo entregaron a la Policía.

El líder religioso admitió, en prisión -donde continúa-, la relación sexual, pero aseguró que fue consentida y que pensaba que la niña tenía 17 años. Además, se ¡¡ofreció!!! a recibir 20 latigazos y casarse con Berishna en dos años, oferta que la familia rechazó.

Una vez que la niña recibió el alta, la pediatra Sarwari se la llevó a un centro de menores, lo que le ha valido amenazas de mulás y milicias armadas. "Comenzaron a amenazarme para evitar que el caso se hiciese público. Los mulás y los líderes religiosos son muy respetados y querían evitar que la violación se hiciese pública. Querían que denunciase a otra persona por ello", narra Sarwari.

El marido de la pediatra fue apaleado por milicias locales y la jefa de la Oficina de la Mujer en Kunduz, Naderah Geyah, dimitió tras recibir amenazas de muerte.

Quieren limpiar el "deshonor" matando a la pequeña.

Finalmente, tras 25 días en el centro de acogida, la policía entregó a la niña a su familia, hace ahora once días. Sin tener noticias de su paradero ni de su estado, ahora se teme por su vida. La familia no responde a las llamadas de los activistas humanitarios en la zona, que no han vuelto a ver a la menor.

Mientras el clérigo culpable disfrutará de una vida en libertad con sólo 20 latigazos de condena por violador, la vida de Berishna no parece valer nada en su país: las milicias locales quieren verla muerta. Los mulás también. Hasta su propia familia quiere lavar la violación matándola. "Un crimen de honor", una práctica animal y primitiva que se ceba especialmente en las mujeres que, por ejemplo, han sido violadas, como es el caso de Berishna. Quienes la ayudaron han recibido amenazas de muerte y dan la voz de alarma a la comunidad internacional.

Por ello, Hazte Oír (HO) ha iniciado una campaña de recogidas de firmas, una alerta en HO.

Por increíble que parezca, la esperanza de esta niña de 10 años está en la presión internacional. Desde HazteOir.org son muy conscientes de la necesidad de actuar: cabe hacer mucho cuando en determinados países, por el simple hecho de ser mujer, una persona es tratada peor que los animales. Como señala Miguel Vidal, director de Campañas de HO, "para empezar, no nos resignamos. A través de la alerta habilitada en HO, miles de ciudadanos nos hemos empezado a movilizar por Berishna, dirigiendo una carta al presidente de la República Islámica de Afganistán, Hamid Karzai, urgiéndole a que localice a la niña, la proteja de su propia familia y evite su asesinato".

Es posible salvar a Berishna. Firma la alerta, aquí

FUENTES: La Información, Redacción de HazteOir.org

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